Al comienzo del año, muchos de nosotros hacemos propósitos para los próximos meses. Decidimos trabajar más, postergar menos o ahorrar más dinero. Aunque algunas personas se apegan a estas aspiraciones, muchos de nosotros desistimos de lograrlas.

Tal vez conoces a alguien que logra miles de cosas, come sano y está en condición física increíble que de manera constante terminas las tareas que parecen tan difíciles para nosotros. ¿Cómo lo hacen? ¿Qué tiene que nos hace falta a los demás?

De acuerdo con Wendy Wood, una profesora de psicología de la Universidad del Sur de California estas personas tienen un arma secreta: son expertos construyendo buenos hábitos.

Los hábitos son los bloques fundamentales para generar cambios importantes en nuestras vidas ya sean buenos o malos.

¿Cuál es la clave para lograr cambios positivos en nuestras vidas? Necesitamos entender la psicología de nuestras rutinas. A veces pensamos que el éxito y el fracaso depende de nuestra fuerza de voluntad. Que si deseamos algo con mucha pasión entonces invertimos la energía para lograr algún cambio e iniciamos el camino al cambio. Pero no basta con desear e iniciar un cambio y tener una fuerte intensión para lograr un cambio duradero porque la experiencia nos ha enseñado que la fuerza de voluntad no es la manera más eficaz de lograr un cambio.

¿Qué hace que persistamos en bajar el peso, ganar más dinero, dormir mejor? Lo podemos lograr un par de veces, pero ¿cómo lo hacemos consistentemente? La idea de que basta el compromiso y auto control ha prevalecido en nuestra sociedad.

El tomar una decisión, las intenciones, el compromiso y la fuerza de voluntad son muy importantes cuando iniciamos el proceso de lograr un cambio o una mejora, pero para que estos sean duraderos y permanentes hace falta que las acciones que tomemos formen parte de nuestra rutina hasta que eventualmente los comportamientos como comer sano, hacer ejercicio pasan de ser actos conscientes y deliberados a comportamientos automáticos – que estos pasen del consciente al subconsciente. Como andar en bicicleta, de vez en cuando prestamos atenciones y tomamos decisiones, pero la mayoría del tiempo es parte del fondo y lo hacemos de manera automática y pensamos en otras cosas.

¿Acaso la gente que logra sus resoluciones son las personas que tiene la fuerza de voluntad para resistir a las tentaciones diarias o son las personas que sencillamente construyen su vida de tal manera que no ven las tentaciones? La fuerza de voluntad consciente no es la fuerza que impulsa un comportamiento a largo plazo y continúo. No es un caso de la gente que se resiste al pastel guardado en el refrigerador, es la gente que no tiene pastel en el refrigerador o no ve el pastel.

¿Cómo le hacen? Resulta que para construir un hábito es como ponerse un juego de persianas mentales que te protegen de las tentaciones y distracciones y conforme el tiempo pasa e ignoramos las tentaciones y distracciones entonces más sólido se hace el hábito. Ósea los hábitos se refuerzan por sí mismos porque dejan de ser conscientes y se hacen automáticos y subconscientes. Es difícil iniciar y adoptar los buenos hábitos, pero una vez que están establecidos se mantienen por si solos.